Práctica: En los primeros pasos

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Siendo lo más conciso posible:

La propuesta práctica que les presentamos se resumirá en algunos principios de procesos artísticos inclusivos y primeros pasos que permitan el desarrollo de una expresión única para un colectivo que se reúne para hacer teatro. A partir de ahí, dependerá de ti. ¡Solo nos queda pedirte que nos sorprendas con lo que salga de ello!

Creemos que para cada grupo se debe trazar una dirección específica, de lo contrario corremos el riesgo de que los artistas vuelvan a actuar bajo formas de expresión preconcebidas (y esto resultará en la misma prohibición de expresión artística que hemos criticado antes).

Por lo tanto, nuestro enfoque será educativo y solo se mantendrá en los primeros pasos recomendados para crear un terreno común y fértil para la creación colectiva de obras teatrales que incorporen las voces, la imaginación y la realidad de quienes participan.

No hacemos esta propuesta sin estar informados de sus implicaciones prácticas. Todo lo contrario. Lo que encontrarás de aquí en adelante surge del trabajo de campo que desarrollamos a lo largo del año 2023, que contó con las opiniones y orientaciones de los participantes, y que se fue moldeando en consecuencia durante todo el proceso. Además de esto, también nos basamos en el intercambio de direcciones, procesos y actividades prácticas de varias compañías artísticas pioneras en la práctica inclusiva en Europa.

Así que interpreta lo que aquí te mostraremos primero como una serie de sugerencias y consejos que te darán un “pequeño empujón” en la formación de:

Un espacio de relaciones humanas que, aunque insertado más o menos armoniosamente en el sistema circundante, sugiere otras posibilidades de intercambio más allá de las actuales. Esto favorecerá la creación de espacios libres, generará duraciones con un ritmo contrario a las duraciones que ordenan la vida cotidiana y será favorable a un intercambio humano distinto de las ‘zonas de comunicación’ que nos imponen[1]. 

Principios de un proceso teatral inclusivo

Al final de numerosas reuniones, seminarios, sesiones de capacitación y reuniones de equipos artísticos dentro del proyecto Time To Change, culminamos con la creación colectiva de los siguientes principios definitorios de un proceso teatral inclusivo:

  1. Todos tenemos nuestra propia manera de expresarnos, y eso es lo que debe contar;
  2. El grupo nos ayuda a ser lo mejor de nosotros mismos;
  3. Nos centramos en lo que expresamos, no en cómo nos expresamos; 
  4. El teatro debe ser una ventana abierta a otros mundos posibles.

Para la redacción y discusión de estos principios se llevó a cabo una conversación final en la que participaron todos los participantes del proyecto, así como equipos artísticos y científicos. La pregunta guía para formular estos principios fue: ¿  qué recomendaríamos a un grupo de teatro inclusivo que recién está comenzando?

Reconociendo que alguien al otro lado de la línea podría estar buscando respuestas a esta misma pregunta, decidimos, en las siguientes páginas, desarrollar cada uno de estos temas incorporando contribuciones directas de los participantes, el equipo artístico y compañías artísticas pioneras en la práctica inclusiva.  

1) Todos tenemos nuestra propia forma de expresarnos, y eso es lo que debe contar

Este principio aparece en primer lugar, dada la importancia que asumió en el proyecto. En las reuniones iniciales y sesiones de planificación del proyecto, la primera preocupación que les vino a la mente a los nuevos equipos artísticos que se acercaban a la práctica inclusiva fue abordar la necesidad de hacer que las actividades propuestas fueran accesibles a las limitaciones visuales, auditivas, motoras y cognitivas del grupo. . 

Os dejamos con un breve diálogo: 

D1  – ¡Dios mío!

Hay tantos elementos de accesibilidad en los que nunca pensé… Quiero decir, es muy interesante saber que hay tantas cosas que debemos tener en cuenta al planificar una sesión. Pero el facilitador puede estresarse mucho cuando se enfrenta al grupo.

D2  – ¡La verdad es que me sentí aliviado! 

Antes (durante la planificación), sabía que iba a trabajar con personas con síndrome de Down. Estaba nervioso. Pero (cuando llegué a la habitación) rápidamente me di cuenta de que es sólo un término vacío que, en sí mismo, no dice nada.

La pregunta que estaba debatiendo (al planificar la sesión) sobre qué podría ser apropiado o no, desapareció. Fue más fácil cuando me di cuenta de que podía reducir las perspectivas a la realidad de la clase que tenía delante.

Vi que podían hacer mucho más de lo que pensaba. Me di cuenta de que ver a alguien a través del cuadro social es limitante.  

Inevitablemente, el primer pensamiento que nos viene a la mente al iniciar un trabajo teatral en un contexto inclusivo, independientemente de las realidades involucradas, es cómo hacer que una sesión sea accesible para los participantes en toda su diversidad.

Esto es más que legítimo y muestra la preocupación del facilitador por el buen funcionamiento del trabajo con el grupo. Sin embargo, debemos considerar hasta qué punto resulta útil concebir ajustes individuales basados ​​en determinaciones genéricas si, como hemos visto anteriormente, muchos de los temores generados por estas determinaciones pueden superarse.

Por supuesto, habrá actividades más o menos recomendadas para determinados grupos, y el facilitador deberá estar atento a esta relación de “desafío óptimo”. Pero esto no tiene por qué depender de consideraciones preestablecidas.

Nuestra recomendación es establecer un diálogo con el grupo, acogiendo los múltiples tipos de respuestas (expresivas o dialógicas) que surjan.

No necesitamos cargar sobre nuestros hombros el peso de pensar constantemente en lo que el grupo es o no capaz de hacer. Si se establece un diálogo entre las propuestas del facilitador y las respuestas de los participantes, nos centraremos más en la “forma” en que se desarrolla la propuesta que en su cumplimiento en los términos deseados.

D3 –  El mayor problema que pueden encontrar los participantes no está dentro de ellos mismos, sino en las personas que los rodean.

No vemos muchas personas con discapacidad en el escenario, y eso no significa que no sean capaces; al contrario, es porque la gente no se cree capaz.

¡Hay diferentes maneras de ser capaz!

Al final todos los grupos serán capaces de hacer lo que se propone en una sesión, pero cada uno tendrá su propia manera de hacerlo. A estas las llamaríamos las “singularidades de expresión” de cada participante. Éstas serán las principales pistas del camino que el facilitador está trazando: el desarrollo de las singularidades expresivas de cada participante.    

D2 –  (Como facilitadores) tenemos que ser algo agnósticos con el lenguaje… 

Todos tenemos nuestra propia forma de actuar y expresarnos. Especialmente en el habla, cada uno tenemos nuestro propio tono y hablamos con diferentes melodías y ritmos.

Sucede que, al igual que en el escenario, en nuestra vida cotidiana hay modelos de discurso que se toman “más en serio”. Esto crea una división cultural entre quienes se adhieren más al modelo y quienes no, y se refleja en la predisposición a escuchar y dar credibilidad a ciertos discursos y a las personas que los pronuncian.

Como mencionamos anteriormente – Partimos de un teatro que reconoce la realidad de sus actores aunque la sociedad que los rodea no lo haga.

En la práctica, esto implica la sensibilidad del facilitador (y del grupo) para percibir las singularidades de expresión de cada participante, incluso en el acto y la manera de hablar.

A pesar de esto, para que la sensibilidad deseada vaya “contra la corriente” de los estándares sociales, no se puede esperar que surja “naturalmente” a medida que avanzan las sesiones. Todo lo que escuchamos se juzga como apropiado o inapropiado, profundamente influenciado por la cultura que nos rodea. Este juicio no cesa; No creemos que exista algo llamado “ver sin prejuicios”. Sin embargo, la conciencia de la influencia cultural en nuestro juicio nos permite ver alternativas a los marcos “normales” de la sociedad, y eso es lo que tenemos que recomendar, tanto a los facilitadores como a los participantes. Al hacerlo no dejan de juzgar, pero sí amplían el concepto de lo que consideran oportuno. Este proceso ocurrirá a medida que desarrollen habilidades para escuchar a quienes están frente a ellos.

No será inesperado que el efecto de desarrollar esta escucha también altere la expresión y el comportamiento inicial de los participantes. Un participante que comienza a expresarse más de acuerdo con lo que siente, en lugar de lo que la sociedad espera que sienta, debe ser bienvenido como una señal de progreso en una serie de sesiones.

2) El grupo nos ayuda a ser mejor quienes somos

Fue algo que hicimos cuando éramos más nosotros mismos que ahora.

Éramos más nosotros mismos. ¡A nosotros!

Fue durante la ‘última lección’.

…Me está poniendo emocional…

Hablamos de trisomía… 

Cada uno dio su opinión.

Hay gente a la que no le gusta hablar… a otros escuchar. Creo que es un poco de ambas cosas, pero más de hablar.

Hubo una vez que hablé. Lloré mucho…

Fue un regalo que me hizo el director…

Era el personaje de Nina (de La Gaviota, de Chéjov)

Fue desafiante por el largo monólogo y desafiante por lo que decía.

Ella quería ser actriz, y la parte que más me gustó fue el ‘ahora lo sé’:

…ahora lo sé, me di cuenta de que en el trabajo no importa si estás en el escenario o enseñando. Lo importante es aguantar. Cuando pienso en mi vocación, ya no le tengo miedo a la vida…

En esta intervención, realizada por una de las participantes del proyecto, vemos lo importante que fue para ella cuestionar en el escenario la etiqueta social con la que era percibida. Este tema, común en el colectivo al que pertenecía, se desarrolló a través del descubrimiento mutuo, posible gracias a los numerosos ensayos y discusiones entre los participantes. 

A través de las diferentes opiniones, miedos y deseos del grupo respecto al tema de la discapacidad, se creó un lugar de expresión único para el grupo. Este lugar tenía tal capacidad de comunicar lo que había dentro de cada participante que lo que llamaron “teatro” se convirtió en el lugar donde se les entendía. En otras palabras, este espacio ficticio, donde se presentaba otra posible realidad, era de hecho un lugar donde los participantes “se volvieron más ellos mismos” que en su vida diaria.  

Este proceso ejemplifica un camino deseable en las sesiones de teatro, ya que profundiza en temas específicos de los participantes a través del intercambio y la exploración colectiva.

Así, ya sea que el participante hable en su propio nombre o en nombre de otros (mientras interpreta un personaje), el enfoque principal será abordar sus deseos, miedos y opiniones, y luego alimentarlos en una exploración conducente a la creación de un “lugar de expresión” (o lengua menor) común al grupo.

Recomendamos este enfoque porque creemos que todos los descubrimientos, incluso los individuales, merecen ser compartidos. Como todos tenemos nuestros inadaptados con un lenguaje más amplio, no sorprende que muchos de ellos sean compartidos y capaces de construir un lugar donde “somos más nosotros mismos”.

3) Nos fijamos en lo que expresamos y no en cómo nos expresamos

P1 –  Me quedo en blanco.

Porque me pongo nervioso.

Pienso en el teatro…

Pienso en otras cosas…

Todo mezclado me deja en blanco. 

P2 –  Para mí lo más difícil son las acciones. El trabajo físico.

Tengo dificultad para controlar mis emociones:

La felicidad es más difícil.

La tristeza es más fácil.

P3 –  Me gusta el teatro. Haciendo todas las obras…

D4 – ¿Y el texto (no tienes dificultades)?

P3 –  ¡Ay! el texto está ahí en mi mochila”. 

Como podemos ver en las intervenciones que presentamos anteriormente, cada participante aborda de diferentes maneras un problema común entre todos los artistas de teatro: el enfoque. Este problema parece ser universal entre los artistas de teatro, y cada uno maneja su falta de concentración de manera diferente, ya sea con “espacios en blanco mentales”, dificultades para controlar las emociones o con una actitud alegre.

Si bien dedicamos toda nuestra atención metodológica a desarrollar la expresión de cada participante, es importante entender que el foco de las actividades no está en cómo se actúa, sino en el deseo de comunicar o expresar algo. Como forma de abordar este tema, deberíamos crear sesiones guiadas por propuestas de actividades que busquen explorar un tema, asunto o pregunta, más que perfeccionar técnicas actorales.

4) El teatro debe ser una ventana abierta a otros mundos posibles

            Esta frase que sirvió de lema a nuestro proyecto fue la más repetida a lo largo de todo el libro. Por esa razón, intentaremos ser muy concisos en lo que pretendemos recomendar aquí:  

  • En teoría, el teatro puede ser mucho más que una imitación de la vida fuera de él; puede inspirar a la sociedad a ver el mundo en otras configuraciones posibles. 
  • En la práctica, las sesiones deben promover la búsqueda de múltiples significados de los elementos que rodean a los participantes, cuestionando, a través de medios escénicos, lo que antes se tomaba como normal, natural o serio. 

Ahora seamos un poco menos “serios” y brindemos otras posibilidades de interpretar este concepto con una recopilación de aportes de las distintas empresas que nos ayudaron en la construcción de este manual: 

El teatro siempre ha evolucionado al ritmo de la sociedad, y el teatro contemporáneo es la expresión de nuestro tiempo presente. Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer, como romper ciertas estéticas teatrales y dar voz y oportunidades a colectivos como las personas con discapacidad, ofreciendo al público otros lenguajes.

Teatro Espai[2]

La relación inmediata que se establece en el teatro que sucede “aquí y ahora” y “no miente” se convierte en una plataforma efectiva para desacreditar mitos y afirmar la (presencia) social de un grupo de personas en la comunidad .

Teatro en una caja [3]

Al desafiar las concepciones que rodean la participación de cuerpos fuera de los estándares socialmente establecidos en las creaciones artísticas, (pretendemos) transformar la percepción del cuerpo no normativo en el escenario y en la sociedad.

Cía. Dançando com a Diferença[4]

(Buscamos) una forma de descubrir otro vocabulario corporal y oral presente en nuestro cuerpo pero completamente desconocido para nosotros.

bandelugo[5]

(Potenciar) la creación artística como espacios de reflexión, acción y participación cívica y política, fomentando procesos de transformación individual y colectiva.

Un Pelé[6]

¿Qué idiomas hablan los grupos con los que trabajamos? Eso es lo que queremos saber.

Palanca[7]

En Terra Amarela buscamos nuevas formas de ver el mundo a través de la creación, la práctica y el disfrute cultural y artístico.

Tierra Amarela[8]

Finalmente, os dejamos con el diálogo que concluyó la última reunión del proyecto:

D2 –  Si ubicamos el liderazgo, o mayor agencia, en participantes “fuera de la norma”, también tendremos respuestas fuera de la norma que nos harán cuestionar qué significa ser actor.

¿Qué piensas de esto?

E1 – Pero hay un problema con esto. Es que al principio los participantes siempre se muestran muy tímidos y confundidos. Incluso antes de que hablemos, ya se ponen en el espacio de “aquellos que aprenderán”, obligándonos a nosotros a ponernos en el espacio de “aquellos que enseñarán”. 

Progresivamente, si les animamos a tomar la iniciativa en la creación, ¡surgirán cosas inesperadas que te dejarán boquiabierto! Estarás como, «¿¡Qué!?»

D2 –  Es verdad. Nadie esperaba que André (nombre ficticio) tomara la iniciativa en una improvisación como esa. Lo que pasó fue espectacular, no sólo su espontaneidad, sino también la forma en que todo el grupo se adaptó y entró en su universo.

En cierto modo, en resumen, ¿deberíamos esperar lo inesperado? ¿Estoy en lo cierto?


[1] De la denominación que hace Bourriaud de “intersticio social” (2009, p. 23).

[2] Entrevista, en el contexto del proyecto, a Marina Filba – responsable de la empresa.

[3] Del documento del Teatro em Caixa por contribuir a la construcción del presente libro.    

[4] Del documento de la Cia. Dançando com a Diferença por contribuir a la construcción de este libro.    

[5] De un documento que contribuyó a la construcción de este libro.    

[6] Del manifiesto de la empresa presente en el sitio web (https://www.apele.org/pt/manifesto/). 

[7] Del documento que contribuye a la construcción del presente libro.    

[8] De la presentación de la empresa disponible en el sitio web (https://terraamarela.pt/about/)

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